Un nuevo atropello con resultado de muerte, por falta de visión del conductor
La semana pasada fallecía un marinero vasco jubilado, víctima de atropello por una carretilla elevadora en el muelle de Avilés, Asturias.
La carretilla, que en ese momento llevaba las horquillas levantadas y transportaba una caja de grandes dimensiones, alcanzó al peatón por razones que se desconocen y lo arrastró varios metros.
El accidente se produjo en un área del recinto que forma parte de las instalaciones portuarias, pero que es de libre acceso y cuenta con varias zonas abiertas.
La víctima, junto a la carretilla que lo atropelló ayer en la vieja rula. / AVELINO LLERA (imagen procedente de DV).
Según testigos, el conductor de la carretilla no lo vio, lo enganchó por una pierna y continuó su marcha hasta que otro trabajador de la zona, que le adelantó con su furgoneta, le advirtió del suceso. Cuando frenó, la carretilla pasó por encima del atropellado causándole lesiones y heridas que desembocaron, horas más tarde en su fallecimiento.
Estamos seguros de que se realizará un buen atestado, que se investigará a fondo lo ocurrido y que se determinarán responsabilidades, pero la pregunta que nos hacemos es ¿debería ocurrir esto?
Hablamos de vidas humanas que se ven truncadas por la mala suerte, las negligencias, por permitir que tanto peatones como equipos de manutención transiten por las mismas zonas y que, quizá, lo hagan sin las debidas medidas de seguridad; por no hablar de el calvario que le esperará al conductor, ya no por las consecuencias que se pudieran derivar en el caso de que él hubiese sido el negligente, sino por el cargo de conciencia que le acompañará el resto de su vida al saberse causante de la muerte de una persona.
Los servicios de emergencias introducen al herido en una ambulancia antes de su traslado al HUCA. / MARIETA (imagen procedente de EC).
Cuántas veces vemos en polígonos industriales e incluso en el interior de recintos comportamientos negligentes que nos ponen los vellos de punta ante la posibilidad de lo que pudiese pasar… y no acabamos de darnos cuenta de que la mayoría de las veces entre las causas de estos accidentes está la circulación de la carretilla a una elevada velocidad, la distracción del operario y de los peatones, los fallos de los frenos o la dirección de la máquina, o la falta de la visibilidad cuando la carga es voluminosa. Otra causa muy frecuente es la conducción de carretillas por personal no capacitado.
Pero el operario no sólo debe tener el “carnet de carretillero”, y estar autorizado por escrito, lo más importante es que esté capacitado para realizar su trabajo de forma profesional y prudente. Muchas veces a este aspecto no se le da la relevancia e importancia suficiente, por no hablar de que realmente no está suficientemente bien regulada la formación teórico práctica de los operarios.
El conductor de una carretilla elevadora es responsable durante la manipulación de la carretilla de:
- las situaciones que pueda generar o provocar por su actuación incorrecta
- la carretilla que maneja
- la carga transportada
El conductor no debe permitir que suban personas y mucho menos transportarlas en sus horquillas.
Durante la jornada de trabajo, hay que prestar una especial atención a las funciones que está realizando. Un ligero descuido puede ser el desencadenante de un accidente.
Mantener la vista en la dirección que avanza la carretilla, ¡siempre!!.
En lugares con mala visibilidad, se reducirá la velocidad y se utilizará el claxon.
Deberá circular marcha atrás si manipula cargas voluminosas que le impidan la visibilidad y deberá mantener la distancia equivalente de, al menos 3 carretillas, con el vehículo precedente.
Estos son algunos de los requerimientos mínimos necesarios a tener en cuanta si se conduce una carretilla elevadora, normalmente son muchos más los exigidos, también en materia de elementos de advertencia y seguridad, pero el requisito más importante debería ser siempre la PRUDENCIA, sin ella, todo lo demás dará igual y volverán a ocurrir desgracias sin remedio como la acontecida hace unos días y que nos llenan de tanta tristeza, porque, en la mayoría de los casos, serían evitables, bueno, desgraciadamente en este caso ...ya no.
Información del siniestro recogida de varias noticias publicadas en www.diariovasco.com y en www.elcomercio.es.